Retardan el envejecimiento y protegen la salud. Están en los alimentos y en cosméticos. Sugerencias para usar de los pies a la cabeza.
Cuando nos damos cuenta de que el tiempo deja sus marcas en el cuerpo, los radicales libres y antioxidantes cobran sentido en nuestra existencia y es ese el momento en que comenzamos a transitar por la ruta del autocuidado para retardar el proceso de envejecimiento.
Los radicales libres son átomos malintencionados que, como han perdido un electrón, buscan reponerlo tomándolo de otras moléculas estables y cuando éstas pierden su electrón quedan libres y así, se va produciendo una reacción oxidante en cadena. El proceso es paulatino, pero su resultado es la degeneración y muerte celular, que se relaciona con el envejecimiento y a veces, es la puerta de entrada de enfermedades.
En sí mismos, los radicales libres no son malos porque el organismo produce enzimas para neutralizarlos. “El problema es que permanentemente incorporamos radicales libres en forma externa, por ejemplo, con la ingesta de alcohol, el tabaquismo, la exposición al sol, la mala alimentación, la contaminación atmosférica, el estrés, etcétera”, señala Silvia Schvartzman, farmacéutica y química industrial, coordinadora de la Diplomatura en Dermatocosmética de la Universidad Católica de Córdoba.
Evitar el estrés oxidativo o demorarlo todo lo posible, implica incorporar moléculas antioxidantes para detener a los radicales libres y poner a salvo millones de células.
Ese efecto protector se encuentra en las vitaminas C y E; en el selenio y zinc; en los betacarotenos y en los polifenoles (Excelente sugerencia las tabletas Shizandra Plus de Herbalife, que contienen Vitaminas antioxidantes C,E, betacarotenos y selenio ademas de Bayas de Shizandra y polen de abejas).
Según los especialistas, una alimentación multicolor de verduras y frutas y equilibrada con el consumo de carnes, proteínas y grasas, es una de las mejores maneras de incorporar antioxidantes naturales.
Al mismo tiempo, se puede mantener la piel en buen estado con cremas, emulsiones, lociones y ungüentos, “sin olvidar que también hay preparados antioxidantes para el cabello y cuero cabelludo”, aclara Schvartzman.
Los efectos rejuvenecedores y saludables se notan en poco tiempo, si uno tiene constancia y ganas, porque no existe la poción antiage.
Para que empieces a cuidarte, proponemos un plan dietario y sugerencias cosméticas que prepararon dos profesionales cordobesas.
El elixir de la piel
Por Silvia Schvartzman (Farmacéutica y licenciada en Química Industrial. Coordinadora de la diplomatura en dermatocosmética de la Universidad Católica de Córdoba)
Por Silvia Schvartzman (Farmacéutica y licenciada en Química Industrial. Coordinadora de la diplomatura en dermatocosmética de la Universidad Católica de Córdoba)
Si tenemos en cuenta que la piel es el mayor órgano de nuestro cuerpo, protegerlo de los radicales libres es de fundamental importancia para mejorar nuestra calidad de vida, lograr plenitud y ese aspecto juvenil tan deseado de nuestro rostro y cuerpo.
Los antioxidantes de uso externo, al ser cosméticos, pueden conseguirse tanto en farmacias como en perfumerías (Herbalife dispone de una linea de productos llamados Nourifusion que poseen un enorme poder antioxidante y protector con las vitaminas A, C y E). Si lo que se desea es un tratamiento completo, existen complejos antioxidantes en forma de cápsulas, comprimidos o tabletas para tomar (Tabletas Schizandra Plus de Herbalife), que sólo pueden adquirirse en farmacias, bajo la indicación de un médico, asesor nutricional o farmacéutico.
Existen distintas formas cosméticas para aplicar en diferentes partes del cuerpo.
Por ejemplo, si hablamos del contorno de los ojos o comisura de los labios, lo ideal es utilizar un serum o gel antioxidante concentrado en vitaminas A, E y C.
Para rostro y cuerpo se aconseja cremas o emulsiones, según el gusto de cada uno.
En el caso puntual del cabello y cuero cabelludo existen lociones de uso tópico que poseen muy buena penetración y acción prolongada.
Es oportuno advertir que hay una teoría instalada en cuanto a que los antioxidantes son efectivos para prevenir distintos tipos de cáncer, enfermedades cardíacas, Alzheimer, Parkinson, entre otras, provocadas por la presencia de radicales libres en nuestro organismo. Esto generó un gran crecimiento de la industria del suplemento dietario, pero su eficacia contra estas enfermedades es, hasta la actualidad, sigue siendo discutida y debatida por científicos destacados del mundo entero.
Menú antiage
Por Silvia Conci (Licenciada en Nutrición. Ex docente en las Escuelas de Nutrición y de Enfermería de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba, en cátedras sobre el manejo de alimentos, economía alimentaria familiar y fundamentos de la alimentación del hombre sano).
Por Silvia Conci (Licenciada en Nutrición. Ex docente en las Escuelas de Nutrición y de Enfermería de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Córdoba, en cátedras sobre el manejo de alimentos, economía alimentaria familiar y fundamentos de la alimentación del hombre sano).
Como la mayoría de los antioxidantes se encuentran en los vegetales, se recomienda incluir frutas, legumbres, verduras y hortalizas o cereales integrales en la alimentación cotidiana.
El listado sugerido contiene una lista muy variada tanto económicamente como en sabor, color y textura.
Las personas muy ocupadas, que consumen siempre comida comprada o come al paso, deberán estar atentas en recurrir a colaciones con alimentos frescos y coloridos para compensar en el día la ausencia de antioxidantes naturales de su dieta. Aquí algunas sugerencias para incluir.
A diario
— Tratar de ingerir variedad de frutas y hortalizas, disfrutando del arcoiris que brinda la naturaleza.
— Tratar de ingerir variedad de frutas y hortalizas, disfrutando del arcoiris que brinda la naturaleza.
— Desayuno: incluir un producto lácteo, frutas frescas, secas o deshidratadas. Granolas con germen de trigo, cereales integrales, frutos secos acompañados de jugo natural de frutas.
— Almuerzo y cena: Las sopas, cremas, ensaladas o purés de zanahoria y calabaza son una gran fuente de betacarotenos. Es importante incluir a la porción de carne, pescado, huevo o legumbres, guarniciones de espárragos, tomates, pimiento, espinaca, palta, cebolla colorada o choclo. Incorporar crucíferas (repollo, col, brócoli, rabanitos, nabos).
— Los aceites de germen de trigo, oliva, maíz, girasol, soja, van a ayudar a mantener un buen perfil de grasas de nuestro organismo.
— Podemos y debemos consumir aceite todos los días, añadiéndolo, por ejemplo, a las ensaladas, salsas o purés.
— Algunas tazas de té verde al día o café.
— Incorporar a las sopas, purés o ensaladas, perejil picado.
— Rociar jugo de limón o cítrico recién exprimido sobre las carnes y ensaladas.
— Incluir frutas frescas, secas o desecadas, semillas y legumbres en las colaciones o comidas principales.
— Un postre fuente de antioxidantes: copón de frutas del bosque, uvas, moras, frambuesas, según el presupuesto.
Semanalmente
— Pescado azul (sardina, caballa, palometa, atún, bonito, salmón, pez espada), 1 ó 2 veces por semana para obtener las cantidades adecuadas de selenio y vitamina A.
— Pescado azul (sardina, caballa, palometa, atún, bonito, salmón, pez espada), 1 ó 2 veces por semana para obtener las cantidades adecuadas de selenio y vitamina A.
— Condimentos: Hay condimentos y especias que saborizan las comidas y además, favorecen los sistemas de defensas del organismo debido a su elevada actividad antioxidante. Destacamos la canela, el anís, el jengibre, la menta, la nuez moscada, la vainilla y los aceites de hierbas aromáticas como romero, orégano o laurel, que agregados en aceite de oliva, son fuente importante de antioxidantes concentrados.
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